Dossier: «A» de Paul Auster

Paul Auster nació en 1947 en New Jersey. Sus padres también habían  nacido en Estados Unidos, aunque la familia provenía originariamente de Europa Central. Paul Auster tuvo un temprano contacto con los libros, a partir de un tío traductor. Ya a los doce años había comenzado a escribir. Entre 1965 y 1967 estudió en la Columbia University, New York, literatura francesa, italiana e inglesa. En 1967 huyó de su país para evitar la Guerra de Vietnam, radicándose temporariamente en París, donde trabajó como traductor.

De regreso a los Estados Unidos, dado su gran interés por el cine, intentó desempeñarse en esta industria y escribió varios guiones. Como ocurre con cualquier escritor que no alcanza la fama de manera rápida, a los años formativos siguió un ciclo de duro trajín. Realizó ocasionales colaboraciones en revistas, trabajó en las primeras versiones de las que luego serían sus reconocidas novelas, se empleó en un barco petrolero, y viajó a Francia gracias a su tarea de traductor. Después de divorciarse y publicar sin éxito una novela policíaca, recibió una pequeña herencia a raíz de la muerte de su padre. Gracias a ella pudo salir de apuros económicos y encontró la tranquilidad para escribir.

En la década del ´80 comenzó a reconocerse a Auster como a un autor importante dentro de la literatura norteamericana. Su estilo es aparentemente sencillo, pero subyace en él una gran arquitectura narrativa. Su obra se encuentra fuertemente influida por la temática del azar, a la que vuelve de manera recurrente en todas sus novelas. Esta insistencia ha llevado a algunos a sostener que el autor se repite; sin embargo, la reiteración de temas también puede ser vista como un nexo entre sus obras, un elemento que le da coherencia a su producción vista en perspectiva.

Otro aspecto que hilvana sus trabajos es la presencia de personajes que aparecen en varios escritos. Un sujeto que desaparece en una historia puede reaparecer en otra, explicando un misterio que había quedado abierto. De esta manera, se crea un juego de correspondencias, espejos, y laberintos que han hecho que la narrativa de Auster sea comparada con la de Borges. El hecho de que cada novela no tenga un principio y un fin claros es lo que alimenta el fanatismo de sus lectores, que esperan un nuevo relato para cerrar incertidumbres abiertas en los anteriores.

Paul Auster es también un personaje público muy activo, y  ha militado abiertamente en contra de George Bush Jr. Entiende que Estados Unidos es un país forjado por inmigrantes, en el cual las libertades individuales y el respeto por las diferencias forman la amalgama constitutiva de la nación. Su última novela, Brooklyn Follies, describe con maestría el carácter multiétnico y abierto de Nueva York, retratando el clima imperante en esa ciudad antes del 11 de septiembre. El relato finaliza el día del atentado; por ello la pérdida de libertades a causa del Acta Patriótica y la paranoia hacia los extranjeros aparecen como debates en sordina

Bibliografía Básica

»Trilogía de Nueva York. Está compuesta por La ciudad de cristal, Fantasmas y La habitación cerrada.

»En el país de las últimas cosas

»La invención de la soledad

»El palacio de la luna

»La música del azar

 »Leviatán

 »Mr. Vértigo

»Tombuctú

»El libro de las ilusiones

»La noche del oráculo

»Brooklyn Follies

Recomendado Métrica: Chico César, «Cantos e encontros de uns tempos pra cá»

Las analogías futbolísticas aplicadas al arte (o a cualquier otra disciplina) suelen ser absurdas puesto que considerar al arte como una competencia con ganadores y perdedores no resiste el menor análisis.

Pero déjenme caer en la tentación del absurdo y sostener que el campeonato de música popular del Mercosur está siendo ganado por Brasil, y por diferencia abrumadora. Desde Piazzolla no han existido grandes renovaciones en la música popular de nuestro país, con honrosas excepciones como la de Liliana Herrero en folklore.

Sin duda Chico César es uno de esos intérpretes-compositores que ofrece el Brasil, como Caetano Veloso, Marisa Monte, Arnaldo Antunes y una larga lista , que renuevan y enriquecen el lenguaje de la música popular brasileña y sorprenden en cada nuevo disco con sonoridades, arreglos y canciones que no suenan a nada escuchado anteriormente.

El último CD de Chico, “De uns tempos pra cá” nos había conmovido con sus brillantes arreglos camarísticos, el original acompañamiento del quinteto Paraíba y las particulares versiones de temas como “Calice” y “Les Feuilles Mortes”, de Kosma y Prevert.

Ahora el excelente sello Random lanza en la Argentina el primer DVD de Chico César, grabado en vivo junto al quinteto Paraíba, en el auditorio Ibirapuera de San Pablo.

Con una gran parte del repertorio extraído del último CD, Chico vuelve a renovarse haciendo versiones que suenan muy distintas a las del disco pero que no pierden en absoluto ese sentido camarístico y agreste. Una música universal pero repleta de referencias regionales específicas. Y una de las razones de esa rica combinación es el entendimiento que existe entre el Quinteto y Chico César (nacido, claro está, en Paraíba). Él mismo lo aclara en una entrevista:

“Tanto yo, como los músicos del Paraíba estamos hechos de la misma ‘carne’, las mismas alegrías y dolores. Bebemos de la música de Bach y Piazzolla, del dolor de los negros africanos y de los indios latinoamericanos”.

Durante el show, el mundialmente reconocido Quinteto Paraíba no es un simple acompañante, sino un conjunto protagonista que claramente siente y disfruta lo que está tocando. De ese modo lleva a las últimas consecuencias el llamado Arte Amorial (que proponía un viaje que integre las culturas brasileñas con el resto del mundo). Los aires y sonoridades de cámara se complementan con la presencia de Simone Soul (percusión y voz), y Simone Julian (flautas y voz). Una original combinación de instrumentos para un recital brillante y sumamente inspirado. La escenografía es despojada y sutil, siendo la música la protagonista absoluta del show.

Los extras del DVD tienen algunos invitados de lujo, que cantan junto a Chico César y su guitarra: Maria Bethânia (que interpreta “A força que nunca seca” y “Onde estará o meu amor”, músicas del compositor grabadas por la cantante), Ana Carolina, Chico Pinheiro y Vange Miliet. También podemos ver un documental sobre el show y el videoclip de “Uns tempos pra cá”.

Cuando uno termina de ver el show, cabe preguntarse con cuánta frecuencia puede verse alguna interpretación o puesta en escena similar…

 

Novedad: Lonnie Smith: » Evolution»

Lonnie Smith lanzó su primer álbum Blue Note en 45 años , y se llama «Evolution» . El álbum marca el regreso del legendario maestro del órgano Hammond-3 B en el sello donde por primera vez se hizo un nombre por sí mismo en la década de 1960, primero como acompañante del  saxofonista Lou Donaldson en los álbumes incluyendo Alligator Bogaloo, y poco después como líder con sus propios clásicos del alma del jazz como Think! y Turning Point .

Los invitados especiales en Evolution incluyen al pianista Robert Glasper y el saxofonista Joe Lovano , que hizo su propio debut registrado como acompañante en el álbum de 1975 de Smith Afrodesia .

 

Tips para leer a Raymond Carver

Por Leonardo Casas

Raymond Carver es uno de los escritores fundantes de la literatura norteamericana actual. Para quien nunca se acercó a sus textos brindamos siete claves que ayudan a comprenderlo y leerlo.

Maestro. Anton Chejov era el ideal de Raymond Caver. Prueba de la admiración que le provocaba el dramaturgo ruso es el relato “Tres rosas amarillas”, en donde narra los últimos momentos en la vida de Chejov. Carver transforma su muerte y los instantes posteriores en un suave drama de una viuda, un joven empleado de hotel, y tres copas y un corcho que sirven de xxxx (cosas de teatro!!!!) en este notable cuento.

Editor. Gordon Lish. Se dice que parte importante de la fama lograda por Carver fue gracias a Lish, su editor. De hecho, a fines de los 80, se generó una gran polémica cuando un periodista del New York Times Magazine dijo que Lish no sólo aconsejaba a Carver, si no que rescribía gran parte de sus cuentos.

 T. La clase trabajadora fue la gran protagonista de sus relatos. Carver se sentía parte de ella. Eran narraciones de obreros, de desocupados, de amas de casa aburridas y asustadas. La diferencia con otros autores que supieron retratar la parte oscura del “American way of life”, como Steinbeck o Dos Passos, es que no siempre se cierran las historias, y no hay finales ciertos y concretos.

 Realismo. Sucio. Minimalismo. Ese fue el estilo que impuso. No eran historias grandilocuentes, sino cotidianas. Siempre terribles, pero sin necesidad de que todo quede expuesto. La falta de rumbo, de esperanzas, de paz interior, está sobrevolando cada historia, pero no en un primer plano, si no como un marco, como una presencia ominosa que se cierne sobre todos sus personajes.

 Inicio. La primera frase como piedra basal. Hablando de cómo encaraba sus cuentos, o poesías, Carver señaló que todo se basaba en la primera línea. Que la historia después podía cambiar y virar para cualquier lado, pero rara vez esa línea se modificaba, ya que de ahí había nacido ese relato.

 Cine. Short Cuts, de Robert Altman, es la película fundamental para ver a Carver en el celuloide. Conocida en Argentina como Ciudad de Ángeles, esta película coral del gran Altman entrecruzó distintas narraciones de Carver, sin seguirlas literalmente, y llevando personajes de un cuento a otro. Tim Robbins, Julianne Moore, Robert Downey Jr. y Andie MacDowell formaron parte, entre otros enormes actores, del proyecto.

 Alcohol. Como Faulkner, como Hemingway, Carver fue alcohólico durante la mayor parte de su vida, siguiendo el designio de su padre. En varios de sus cuentos, la bebida fue el núcleo de la historia. Carver dejó de beber un año antes de irse a vivir con quien fuera su última mujer, Tess Gallagher, y los últimos 10 años de su vida estuvo sobrio.

 

Palabras instrumentales, momentos robados

Por Agustín Martiré

En la presentación de Palimpsestos, la indispensable antología de escritos del compositor argentino Mauricio Kagel publicada en 2011 por la editorial Caja Negra, la compiladora Carla Imbrogno abre el libro con una cita del músico, que en un libro propio aparecido originalmente en alemán, se interrogaba: “¿Por qué escriben los compositores? ¿Acaso la música no les es suficiente?”. Buenas preguntas, a las que él mismo se respondía haciéndose eco a su vez de una frase del escritor francés Paul Valéry: “Todas las artes viven de palabras”.

Si bien escribir sobre música, quizás la más abstracta de las creaciones humanas, siempre plantea un riesgo, cuando es el artista quién se vale del lenguaje escrito para explicar su trabajo resulta un ejercicio más que interesante. Y cuando decide hacerlo en las notas que acompañan una grabación o el programa de un concierto, como una necesidad de comentar lo que nos entrega en tanto oyentes, tomamos real dimensión de por qué, volviendo a Kagel, podemos entender que “para un compositor, los textos son pretextos para crear un contexto”.

La práctica de incluir notas referidas a la música grabada que vamos a escuchar es una tradición prácticamente ineludible en los álbumes históricos del jazz, casi tan necesaria como los créditos que dan cuenta -con mayor o menor detalle- de los participantes de las sesiones en las que se registró. Pero no era en estos casos lo más usual que el propio creador musical fuera además el autor de las mentadas liner notes, que muchas veces estaban a cargo de críticos, periodistas, productores o ingenieros de sonido. Hay varias excepciones, claro. Entre los discos que reúnen esa condición dual en la que los intérpretes además recurren a la palabra escrita para echar luz sobre la materia sonora, se destacan un par de placas de principios de la década del 60’, época de verdaderos cambios revolucionarios en la música afroamericana, que acompasaban la lucha del movimiento por los derechos civiles en los Estados Unidos.

La breve enumeración de clásicos del llamado jazz moderno que sigue representa, por supuesto, un recorte arbitrario, simplemente por el sencillo hecho de que todo Menú implica una selección personal.

El irrepetible Kind Of Blue de Miles Davis (grabado y editado en 1959), en rigor incluía notas redactadas por el genial pianista de las sesiones, Bill Evans; pero teniendo en cuenta que se lo considera el coautor intelectual del concepto modal del álbum y que para muchos –incluyendo al baterista del sexteto, Jimmy Cobb- es tan responsable como el trompetista de la atmósfera del disco, su pluma vale como muestra de la idea kageliana de la imposibilidad de prescindir de la palabra escrita. El paralelo que Evans traza al inicio de su texto entre una forma de pintura japonesa de un trazo único y el arte de la improvisación, constituye quizás uno de los ejemplos más famosos de un músico de jazz explicando su metier.

Grabado también en los primeros meses de 1959 pero editado un año después, el expansivo LP Blues & Roots de Charlie Mingus presentaba en su contratapa palabras del contrabajista recogidas por Diane Dorr-Doryneck. En esas líneas Mingus relataba el génesis de este disco a partir de una sugerencia del productor y alma mater del sello Atlantic, Nesuhi Ertegun, y explicaba su método de trabajo con el nutrido grupo de músicos junto a los que cristalizaba su particular visión del blues: “quería que ellos aprendieran la música y que estuviera en sus oídos más que en papel, para que tocaran las partes compuestas con tanta espontaneidad y soul con la que tocarían un solo”.

Finalmente, otro álbum que también incluía en su título al blues -la música negra que está como ninguna otra en el ADN jazzero-, The Blues And The Abstract Truth de Oliver Nelson, el que nos presenta un nuevo ejemplo por demás elocuente de palabras instrumentales. Registrado hace ya más de 51 años, más precisamente el 23 de febrero de 1961, a lo largo de una sola sesión en los estudios del reconocido ingeniero Rudy Van Gelder en Englewood Cliffs (Nueva Jersey), el álbum fue editado en agosto con las completas notas del propio compositor, arreglador y saxofonista en el interior de esa lujosa presentación de distintivos colores negro y naranja que sería marca registrada del revolucionario sello Impulse!. Se trató del quinto álbum editado bajo la entonces novedosa etiqueta y le proporcionó a su mentor, el productor Creed Taylor, su segundo gran éxito masivo luego de Mint Julep de Ray Charles, con la genial Stolen Moments, primera de las seis composiciones originales de Nelson que integran el disco. La sola inclusión de, en palabras del propio Nelson, esta “composición de 16 compases derivada de un blues en Do menor” que se convertiría en un clásico definiendo el sonido de toda una era, ya hace de éste un disco imprescindible. Un tema de estructura delicada (“la tonada consiste en tres ideas melódicas que extienden la forma básica del blues“, Nelson dixit) en el que la armonía a tres voces de los saxos arropa la línea de la trompeta y exhibe una serie de solos de antología en la que cada uno de los horns y un pianista que ha hecho escuela como Evans despliegan sus personalidades. A la indudable belleza atemporal de la introspectiva Stolen Moments se suman el swing descorazonado del tema más puramente blusero, Yearnin’, las extrañas pero atractivas ideas melódicas que moldean Cascades, la extrema originalidad de las voces que dialogan en estéreo por los registros alto y bajo en la particular forma de llamada-respuesta de Hoe-Down, el tono más oscuro de Teenie’s Blues (en el que Dolphy despliega su distintiva voz con fraseos fracturados pero siempre coherentes), y el aire hard bopper de Butch & Butch.

Pero Oliver -una auténtica rara avis en el mundo del jazz, más reconocido en retrospectiva como arreglador y director de big bands que como instrumentista o líder de combos pequeños-, no sólo se luce aquí con la originalidad de sus temas y las precisas explicaciones escritas de la perfecta arquitectura subyacente a cada una, sino por su habilidad para reunir en esta grabación a un sexteto de nivel excepcional. Bill Evans al piano y el excepcional contrabajista Paul Chambers eran piezas claves -como lo fueron en el disco más vendedor de Miles citado antes-, en una sección rítmica que se completaba con el siempre ubicuo Roy Haynes en batería; junto a Nelson, que alternaba entre saxos alto y tenor, llevaban las voces cantantes en los vientos el inimitable multiinstrumentista Eric Dolphy (saxo alto y flauta), y el joven virtuoso trompetista Freddie Hubbard; el combo se ampliaba con la inclusión de George Barrow en el registro grave de su saxo barítono, cuyas intervenciones son destacadas cerrando el texto Nelson, que luego de “sacarse el sombrero” para agradecer el talento de cada uno de los músicos, elogia la “precisión y devoción” con que Barrow ejecutó sus partes más allá de tener solo “un rol de apoyo”. Todo un gentleman y un ejemplar líder motivador.

Además de los conceptos centrales que Nelson expone en sus comentarios, también son muy interesantes las observaciones y anécdotas con respecto al álbum contadas por Creed Taylor que recoge el reconocido autor Ashley Kahn en el libro que relata la historia de Impulse! Records, El Sello Que Coltrane Impulsó, editado en español por Global Rhythm. Allí nos enteramos, por ejemplo, de que en realidad fue el productor quién acuñó el críptico pero exitoso título que refleja el hilo conductor del disco, The Blues And the Abstract Truth; que él no solo admiraba a Nelson por su trabajo, elocuencia y formación académica, sino que además compartían la afición por los trenes en miniatura; y que más allá del shock inicial que significó escuchar la música angular de Oliver en el estudio y dudar de cómo sería recibida por la gente, en realidad entendió el proyecto cuando lo fue escuchando más tarde. También son esclarecedoras las declaraciones de Hubbard, que entre otras cosas recuerda que las armonizaciones le parecían “de otro mundo” y revela cómo Nelson tomaba frases y fragmentos -incluso inspirados por otros músicos- que parecían fuera de contexto y las resignificaba en su trabajo como compositor. Por ese entonces artista exclusivo de la casa Prestige que grabó este disco para Impulse! por cortesía de la misma, como se consigna mediante un curioso asterisco en la que finalmente fue la tapa (ya que el diseñador Pete Turner había propuesto otra sin la fotografía del rostro del líder), Nelson es elocuente sobre este tema en el texto del álbum: “las composiciones de esta grabación presentan una fase de mi desarrollo hasta el tiempo presente como escritor de jazz…y quizás puedan echar algo de luz sobre el tema de hacia dónde me gustaría ir como compositor y arreglador en el idioma del jazz”. Pero es sin dudas en el anteúltimo párrafo donde Nelson se mete en la médula de la cuestión, al explicar su búsqueda de una propia voz como instrumentista, que ya creía tener cuando llegó a Nueva York en 1959 desde su St. Louis natal. Pronto entró en crisis y comenzó a buscar ese discurso musical personal bajo la influencia de los dos colosos del saxo tenor, John Coltrane y Sonny Rollins. Viene luego la revelación final, cuando confiesa que no ha sido sino hasta el preciso momento de grabar este disco que “me di cuenta de que tendría que ser honesto conmigo mismo, tocar y escribir lo que yo pienso que es vital y, más que nada, encontrar mi propia personalidad e identidad”.

El éxito del álbum en las emisoras radiales del género e incluso en otras más pop hicieron que Oliver Nelson no siempre pudiera seguir ese camino: el álbum que lo inmortalizó fue el mismo que definió su carrera hacia un crossover -salto de un artista desde un lugar más periférico a ser reconocido por el gran público, incorporando elementos más comerciales a su estilo-, trabajando a partir de 1967 como arreglista en Hollywood, donde su talento tan especial pareció ir esfumándose. Momentos robados.

 

 

 

Reedición: Bruce Springsteen: » The Ties That Bind: The River Collection»

Columbia Records publicó  ‘The Ties That Bind: The River Collection’ de Bruce Springsteen el 4 de diciembre. Una mirada exhaustiva a la época de ‘The River,’ la caja contiene 52 temas en 4CD con una gran cantidad de material inédito, y 4 horas de vídeo con imágenes nunca vistas en 3 DVD. Está compuesto por el doble álbum original ‘The River’, el lanzamiento oficial de ‘The River: Single Album´, un CD de tomas descartadas de estudio de 1979/80; una película de dos DVD con imágenes inéditas y recientemente editadas del famoso concierto de Springsteen en Tempe, Arizona, de las que mucho se ha hablado pero que nunca se han visto; material visual de ensayos durante las giras y un nuevo documental “The Ties That Bind» sobre ‘The River’. Además, incluye un libro de gran formato en tapa dura con 200 fotos raras e inéditas, y material con un nuevo texto de Mikal Gilmore.

‘The River,’ -2CD recientemente remasterizado- fue el quinto álbum de Springsteen, se publicó el 17 de Octubre de 1980 como un álbum doble y alcanzó el #1 en la lista Billboard 200 en EEUU. En sus notas, Gilmore declara a ‘The River’ el “álbum esencial de Sprinsteen; [el] punto fundamental entre la conmoción ambiciosa que lo había precedido y los motines musicales concisos, y la a veces aterradora narración, que siguió luego.”

‘The River: Single Album’ es el álbum de 10 pistas que Springsteen grabó en 1979 como continuación a su álbum de 1978 ‘Darkness On The Edge Of Town’ pero que nunca publicó. “Las canciones carecían del tipo de unidad e intensidad conceptual que yo quería en mi música. Así que volvimos al estudio,” escribió en el libro de fotos/letras “Songs.” Las primeras sesiones marcaron el comienzo de un largo y prolífico viaje de 18 meses durante los cuales escribió y grabó. Siete de los 10 títulos en ‘The River: Single Album’ eventualmente aparecieron en ‘The River,’ algunos con letras y arreglos distintos, con tomas descartadas como “Cindy» y una versión rockabilly «You Can Look (But You Better Not Touch)» nunca antes publicada. Ahora, por primera vez, ‘The River: Single Album’ estará disponible de forma oficial.

El cuarto CD que contiene esta caja es ‘The River: Outtakes,’ que incluye las sesiones completas de ‘The River’ en 1979 y 1980 e ilustran la profundidad y variedad del trabajo de Springsteen durante este periodo. Once de las canciones son rarezas nunca antes publicadas, y que en su mayoría son completamente desconocidas para los fans, quienes por mucho tiempo han considerado las tomas descartadas de Springsteen como preciados secretos. Las once tomas descartadas nunca antes escuchadas (“Record One”) fueron mezcladas por Bob Clearmountain y masterizadas por Bob Ludwig. Otras once tomas descartadas (“Record Two”) proceden de la caja ’Tracks’ y ‘Essentials’ y se recogen aquí para mantenerlas juntas.

Dossier: B de Maria Bethania

previewdossierUna cantante tan excepcional como María Bethania es un fenómeno especial. Que esta artista arquetípica del Brasil sea hermana de Caetano Veloso, un músico original e inigualable, es una casualidad inaudita. Y que María Bethania haya construido una carrera tan formidable, constituyéndose en un icono de su país, cuando en realidad siempre ambicionó ser actriz, es aún más increíble todavía. Sin embargo, estos destinos irrepetibles se forjaron en el hogar de los Velloso, una familia de Santo Amaro da Purificaçao, Bahía.

En la casa de María Bethania las influencias musicales eran fuertes. Su madre adoraba cantar y su padre era fanático de Dorival Caymmi y Noel Rosa. Su hermano mayor, Caetano, tuvo inclinaciones por la música desde muy pequeño. Cuando la familia se mudó a Salvador, María Bethania comenzó a frecuentar los círculos universitarios interesados por las artes. Acompañada por Caetano, frecuentaba los círculos artísticos de la ciudad; y de esta manera fue invitada a cantar en 1963 en el grupo «Boca de Ouro», de Nelson Rodrigues. Debutó cantando un samba de Ataulfo Alves.

También en 1963 Caetano y Bethania conocieron a Gilberto Gil y Gal Costa. Juntos, comenzaron a cantar música popular brasileña. Montaron el espectáculo Nosotros, por ejemplo, que se transformó en un verdadero suceso, al que en 1964 se sumó el compositor Tom Zé. Paralelamente, Bethania comenzaba su carrera solista, con igual éxito. No obstante, la gran oportunidad de María Bethania surgió en 1965 cuando fue invitada a cantar en Río de Janeiro para sustituir a la consagrada cantante Nara Leao, afectada por un problema en sus cuerdas vocales. Su emotiva interpretación del tema Carcará, lanza a Bethania como una cantante de protesta. Poco después comenzará a ser conocida como la abeja reina de la MPB. A raíz de su éxito, el sello RCA la convoca para grabar su primer LP.

La carrera de Bethania se caracteriza tanto por su continuidad como por su constante producción. Ha grabado alrededor de cuarenta discos y montado fabulosos espectáculos en todo el mundo. Compartió escenario y grabó canciones con todos los músicos talentosos de Brasil: Edu Lobo, Vinicius de Moraes, Chico Buarque y Joao Gilberto. Formó la agrupación “Los doce bárbaros” junto a Caetano, Gil y Costa, que se caracterizaría por un estilo audaz y controvertido. No obstante, María Bethania nunca perdió su individualidad, aquellos rasgos que la hacen única: una voz inconfundible y unos shows integrales en los que la canción se fusiona con la actuación y el recitado de poemas. Tal vez de una forma diferente a la que había imaginado de niña, se hacían realidad las ambiciones teatrales de Bethania. Otro rasgo distintivo de María Bethania es el ser tan exitosa para el público como para la crítica. Es decir, lejos de ser una artista para minorías, los discos de Bethania se venden por millones, siendo una cantante verdaderamente popular. Paralelamente, sus discos siempre son impecables desde el punto de vista artístico integral, y así lo reconoce la crítica especializada.

Recomendamos esta selección de música de Maria Bethania en Spotify:

Nuevo Lanzamiento: «The Last Word: Warner Bros Years» – Miles Davis

Miles Davis es grande como el océano. Música dentro de la música, Miles ha llegado más lejos que nadie y ha cambiado el rumbo del jazz en una exploración artística continúa. Esta caja contiene todos sus discos con Warner Bros y un directo grabado en Niza (Francia) en 1986. La producción de Miles en Warner incluye discos cumbre como »Tutu», »Doo-Bop», el directo »Live around the world» o el concierto que grabó en el festival de jazz de Montreaux con Quincy Jones. El box set contiene 8 discos remasterizados,

 

Les recordamos que está disponible la remera homenaje a Miles:

 http://www.metricastore.com/producto/1396/miles-davis

Pueden escuchar la caja completa en Spotify:

Los trabajos inéditos de Silvina Ocampo

Sabido es que el reconocimiento de un escritor sigue sendas azarosas. La fortuna no fue generosa, en este aspecto, con Silvina Ocampo. Doblemente opacada por su marido -Adolfo Bioy Casares- y su hermana -Victoria Ocampo- esta escritora profundamente original no ha tenido el sitial merecido en las letras argentinas. Hace unos años, la edición de los cuentos y la poesía completos de esta autora logró que nuevos lectores se acercaran a una obra tan genial como perturbadora. Silvina-OcampoLa publicación de una serie de textos desconocidos puede completar la operación de otorgarle a esta fabulosa escritora argentina el lugar que por derecho propio merece.

Uno de los textos inéditos de Silvina Ocampo aparecido hace unos años es Invenciones del recuerdo, cuadros de la infancia de la autora redactados en verso libre. Libro fantástico desde su propio título. Invenciones, porque Ocampo reconoce que es imposible reconstruir los recuerdos de la infancia sin confundirlos con aquellos pensamientos y opiniones que uno adicionó después. No obstante, lo que está perfectamente retratado es el clima de infancia. El carácter vívido y fuerte de las experiencias de los primeros años. Lo terribles e impactantes que pueden ser las imágenes y experiencias que absorbemos de niños. Al leer Invenciones del recuerdo, es  imposible que no retornen a uno un sinnúmero de recuerdos que uno creía olvidados. El poder de Silvina Ocampo no reside en narrar la infancia, sino en narrar desde la infancia. Sin perder la óptica de una niña perspicaz y curiosa. Gracias a Invenciones del recuerdo, entendemos que muchos de los originales relatos de la escritora fueron creados recurriendo a ese particular mundo que sus ojos de niña observaron. Y esas vivencias pudieron ser a veces felices y risueñas, pero en muchas oportunidades fueron perturbadoras y oscuras.

Las repeticiones y otros relatos inéditos es el otro texto de la autora aparecido recientemente. Los cuentos que aquí aparecen son similares a otros de Ocampo: siempre con un aire extraño y desconcertante. Aparecen muchos eventos que gracias a Invenciones del recuerdo podemos ubicar en la propia infancia de la autora, y entender que la singularidad de los relatos está dada por el punto de vista: el de una niñez demasiado lúcida. También aparecen noviazgos curiosos, juguetes perversos, y toda una galería de situaciones entre cómicas y dramáticas propias de la escritora. Los cuentos se encuentran muy trabajados y afinados, por lo que no parece tratarse de material descartado por la propia autora -como ocurre muchas veces con las ediciones póstumas- sino simplemente de trabajos que Ocampo no organizó para su publicación.

Pero lo mejor del libro son, sin duda, las dos novelas cortas incluidas al final del volumen. Tanto El vidente como La joya de la familia son relatos protagonizados por niños especiales, con un aura demoníaca. En El vidente, Jacinto es un niño marcado por la triple desgracia de su ceguera, la muerte de su madre, y la extraña desaparición de vecinos en el paraje rural que habita. El chico parece tener dotes de videncia, o tal vez, poder para desencadenar los eventos que imagina.. Entre tanto, Nardo -protagonista de La joya de la familia– es el más pequeño de un extenso y curioso clan familiar. Desde pequeño muestra características peculiares, relacionadas con una capacidad para enfermar o sanar plantas, animales y personas y una propensión a la maldad. Ambos escritos son estupendos y cautivantes, mostrando la capacidad de Ocampo para los relatos de largo aliento, en los que no se pierde la atmósfera opresiva y extraña, pero los personajes ganan profundidad psicológica

 

Más sobre Silvina Ocampo: http://www.educ.ar/recursos/ver?rec_id=109330